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El Camino del Cuerpo


Nuestro cuerpo es el receptor muchas veces silencioso de nuestros pensamientos, ideas, sufrimiento y experiencias de vida, se encuentra en contacto con el mundo y nos da información sensorial que nuestro cerebro interpreta y nuestra mente juzga y decide qué hacer con ella. En teoría el cuerpo puede representar nuestro presente, o que está sucediendo justo en el instante presente; ¿pero que pasa cuando nuestro cuerpo nos regresa un recuerdo?, ¿que pasa cuando liberamos al cuerpo de una contractura con un masaje?, ¿que pasa cuando le prestamos atención de manera consciente?; lo que normalmente sucede es que libera una serie de recuerdos, sueños e introspecciones que habían al parecer quedado atrapadas en el pasado.

La mayoría de las personas que han ido a terapia, practican meditación o Yoga, pueden experimentar estos sucesos, algo pasa que el cuerpo se despierta y libera o más bien conecta con la mente, y es muchas veces el cuerpo que registra primero esta información, como un malestar, tal vez con una sensación, emoción o inclusive una lesión muscular (tensión, contracturas), después, la mente pone atención y por lo general no logra entender de donde proviene, que es lo que significa y muchas veces al ser una sensación desagradable busca inmediatamente eliminarla, alejarlo o "solucionarlo lo más rápido posible"; un medicamento, una cerveza o algo que haga que se vaya. Pero nuestro cuerpo no se ira, la sensación si no es atendida, entonces se hará más fuerte y dolerá o molestará más hasta que tengamos que ir con algún especialista de salud.

¿Por qué no es tan Fácil Cambiar el Cuerpo?

Tal vez cambiar la mente sea un "poco" más sencillo (no siempre, ¿verdad?), pero podemos a veces entender nuestro pasado, sanarlo y procurar cambiar en nuestro presente, pero cuando hablamos del cuerpo entramos en problemas, cuando se trata de cambiar algo a nivel fisico que refleja un habitó entonces nos damos cuenta que tenemos un cuerpo y que opina por sí mismo y que necesita de ser escuchado, tocado y estimulado para poder cambiar, no basta con decirle en un tono autoritario: TIENES QUE CAMBIAR YA, VAS A BAJAR DE PESO, CAMBIA TU POSTURA. Normalmente esa serie de cambios requieren una modificación de hábitos mentales, físicos y emocionales, pero es el cuerpo aquel que cambia de último, requiere de un trabajo continuo, amoroso y de aceptación radical por lo general (este camino es el que recomiendo) o de un cambio drástico en hábitos de tiempo y esfuerzo (Gimnasio y dieta restrictiva), el problema de este camino es que al cambiar un poco, generalmente regresamos a los problemas anteriores o podemos lastimar más al propio cuerpo e inclusive a la mente con trastornos alimenticios, obsesiones y similares.

¿Tatuajes emocionales en mi cuerpo?

A esto me refiero cuando hablamos de traumas o eventos que suceden en algún momento y quedan impresos en nuestro cuerpo o generan repercusiones que modifican la manera en que nos relacionamos con las sensaciones y como satisfacemos nuestras necesidades. Los describo como tatuajes emocionales porque son impresiones que modifican la manera en que percibimos, muchas veces pueden ser visibles para nosotros y otras personas, pero otras veces están ocultos en partes del cuerpo que no se ven normalmente y no son tan evidentes. El tratar estos tatuajes tiene que ver más con una visión de primero reconocerlos, entender cómo es que se ven hoy, como se sienten, como se presentan, con una visión abierta y amable; tratando de reconocer si hoy se manifiestan como dolor, desagrado; entendiendo su tono emocional y físico, después brindarnos un poco de "amor bondadoso y compasivo". Varios estudios e investigaciones proponen que el desarrollo de nuestras posturas y hábitos físicos están conectados a nuestras primeros años de vida y el contacto físico recibido piel a piel, palabras, tonos y formas en que se relacionaba nuestro cuerpo con lo que sucedía en ese momento, por eso hoy en día para poder modificarlo debemos llevar un toque amable, bondadoso que nutra nuestra percepción y que ayude a ir suavizando aquello que hoy nos estorba o nos obstaculiza para poder sentir el mundo como es, porque es ahí donde el tatuaje emocional afecta, sobre la manera en que percibimos el mundo, nuestro cuerpo e inclusive nuestras emociones.

Recomendaciones:

  1. Reconocer que es lo que está pasando en tu cuerpo justo ahora

  2. Evitar diálogos internos de crítica destructiva; (eres un gordo, no dejas de comer)

  3. Evitar modelos restrictivos o demasiado estrictos que ayuden a ver el cambio como un castigo.

  4. Acudir a los especialistas necesarios; Psicólogo, Nutriólogo, Terapeuta ocupacional, Ortopedista.

  5. Sér paciente y reconocer que se esta en un proceso de aprendizaje parecido a caminar, evitando exigirte y preocuparte de más, permitiendo caidas y alentandose a levantárte ante el fracaso y sobretodo reflexionado sobre aprendizaje adquirido para poder seguir seguir.

  6. Realizando prácticas que permitan un toque compasivo y amoroso con tu cuerpo, tu mente y tus sensaciones que abran tus posibilidades de sentir; Yoga, Mindfulness, MindfulEating o Comer plenamente.

  7. Siempre permitir sentir el cuerpo y mente de tal manera que sea una brújula para entenderte más profundamente.

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